Hoy te llevo a un viaje al corazón de los Alpes franceses, directamente a L’Aiguille du Midi, un lugar único que no puedes perderte si tus pasos te llevan cerca de Chamonix…
Imagínate de pie, a 3.842 metros de altura y mirando de tú al tú al macizo del Mont Blanc. Un privilegiado balcón donde el aire es tan fresco que cada respiración se siente como un renacer…
Acompáñame a descubrir esta experiencia única que probablemente se cuente entre los momentos más impresionantes de mi vida… ¡Vamos allá!
L'Aiguille du Midi, un lugar único en el mundo
¿Qué hace único a este pico de 3842 metros de altura en los Alpes franceses?
Bueno, su teleférico, para empezar, no es un paseo cualquiera. Es uno de los ascensos en teleférico más altos del mundo, llevándote desde el bullicio de Chamonix hasta la tranquilidad de las alturas en un abrir y cerrar de ojos. En apenas 5 minutos superas 2.812 metros de desnivel, lo que con frecuencia ocasiona una leve jaqueca y pequeño «mal de altura». Pero te garantizo que la experiencia merecerá la pena…
La vista desde arriba es tan impresionante que te dejará sin aliento, con el Mont Blanc saludándote como un viejo amigo. Este lugar no solo es un paraíso para los alpinistas y aficionados al esquí extremo, sino también un punto de encuentro para aquellos que buscan tocar el cielo.
Y aunque la historia de este impresionante teleférico y sus estaciones se remonta a principios del siglo XX, cada visita se siente como una primera vez. Así que, si estás por la zona, hazte un favor y regálate esta experiencia inolvidable…
Mi experiencia en el Aiguille du Midi
Era el primer día de viaje en nuestro trekking de las Agujas Rojas en los Alpes franceses. Beatriz de YokmoK Aventuras me esperaba en el aeropuerto de Ginebra. Más tarde acompañé a Jorge, nuestro guía, a recoger a Mila y Unai (foto de portada), los otros dos participantes en el trekking de las Agujas Rojas. Una vez completo el equipo, cogimos el coche de Jorge y pusimos rumbo a Chamonix, la cuna del alpinismo. ¡¡La emoción aumentaba por momentos!! Entrar en el valle de Chamonix ya supone toda una odisea para alguien que nunca ha estado en Alpes, como era mi caso. Según te vas acercando, en un constante ascenso, los picos a tu alrededor se hacen más y más altos. Finalmente, por encima del resto de montañas, aparecen las nieves perpetuas del Macizo del Mont Blanc. Es un espectáculo difícil de describir con palabras. Pero lo mejor del día todavía estaba por llegar. Después de instalarnos en nuestro chaletito de Chamonix, Jorge de YokmoK nos propone subir al teleférico de L’Aiguille du Midi, cuya estación superior se alza a 3.842 metros de altura, justo enfrente del Mont Blanc. A pesar de que el teleférico es el más caro de la zona (41 € hasta la estación superior) no pudimos resistirnos ante semejante propuesta!!.
El trayecto hasta la cima del teleférico de l’Aiguille du Midi está dividido en dos tramos. El primero de ellos asciende hasta los 2.317 metros de altura de Plan de l’Aiguille. Desde este punto parten varias rutas senderistas, como el llamado Gran Balcón Norte del Montblanc. Como podéis ver en la foto superior, hay también un restaurante con terracita. Nosotros íbamos algo justos de tiempo (la última cabina de bajada es a las 17.30), así que continuamos directamente hacia la cima. El segundo tramo del teleférico (que podéis ver en la foto inferior) es una auténtica salvajada. El ascenso es prácticamente vertical, la cabina vuela pocos metros por encima de las afiladas rocas graníticas, de formas imposibles. Muy, muy impresionante. Una vez en la estación superior de l’Aiguille du Midi, a 3.777 metros de altura, nos encontramos con una construcción laberíntica: túneles excavados en la roca, terrazas a varias alturas, pasarelas que cuelgan sobre el vacío… La estación está dividida en dos grandes bloques, que se asientan sobre dos respectivos picos. No me extraña que la historia de la construcción de este teleférico (inaugurado en 1.955) haya sido toda una odisea. El teleférico nos deja en el pico norte, desde donde cruzamos por la pasarela central en dirección al otro pico. Entramos en un túnel, al fondo del cual cogemos el ascensor (3€ por persona) que nos lleva a lo más alto de l’Aiguille du Midi, 3.842 metros de altitud. A todo esto, enseguida empezamos a notar los síntomas de la altura: hace frío, cuesta respirar, y sin darte cuenta te invade un extraño “mareillo” a consecuencia de la meteórica ascensión. Las vistas hacia Chamonix, en el fondo del valle, son de vértigo. Justo enfrente tenemos el Macizo de las Agujas Rojas, alrededor del cual tendrá lugar nuestro trekking en Alpes. Si volvemos la vista hacia el lado opuesto, nos encontramos de pleno con el Mont Blanc. De nuevo se me hace difícil describir con palabras mis impresiones. Me temblaba todo, ya no sabía si por la altura, nervios, impresión… Estaba tan alucinado que no atiné demasiado con las fotos, una pena. Foto inferior: vistas hacia las Grandes Jorasses (a la derecha) y otras agujas del macizo. En los diferentes miradores encontramos tablas de orientación con los nombres de los picos: Allá abajo, a los pies del Mont Blanc, las personas parecen hormiguitas… Más arriba, saliendo desde el túnel de l’Aiguille, los alpinistas hacen complicados equilibrios sobre las afiladas aristas de nieve… Creo que no hace falta que os diga que la subida a l’Aiguille du Midi es totalmente recomendable. Eso sí, por la mañana parece que hay cola, así que supongo que merece la pena madrugar. Para más información: Compagnie du Mont-Blanc.Apasionado de la montaña y las actividades outdoor. Lleva más de 20 años practicando de senderismo en las montañas de Alicante, su tierra natal. También ha realizado el Camino de Santiago y trekkings en Alpes Franceses, Pirineos y Nueva Zelanda. Autor de la web LinkAlicante.com desde el año 2007 y apasionado de la fotografía de naturaleza.